Cómo Cuidar la Serissa: Consejos de Cultivo para Bonsái

La Serissa es un arbusto perenne de la familia Rubiaceae, originario de India, China y Japón. Esta planta es especialmente apreciada en el arte del bonsái gracias a su estructura compacta y la belleza de sus pequeñas flores blancas o rosadas que aparecen de mayo a septiembre.

Características de la Serissa

La Serissa, a menudo llamada "árbol de mil estrellas" por sus flores, varía en tamaño de 25 cm a 70 cm de altura. Este arbusto tiene un ritmo de crecimiento medio, aumentando entre 5-10 cm anualmente y puede vivir entre 5 y 50 años. Es importante mantener la temperatura adecuada para su salud: en verano, entre 18 y 30 °C, y en invierno es mejor no superar los 15 °C, aunque nunca debe estar por debajo de 12 °C.

Humedad y Riego

La humedad es un factor clave para la Serissa, requiriendo un nivel del 50% o más. Es recomendable pulverizar la planta por la mañana y al atardecer. Una buena práctica es colocar la maceta sobre un recipiente con guijarros húmedos, evitando que el agua toque el fondo de la maceta. Durante el verano, el riego debe ser abundante cada 3-4 días, mientras que en invierno se reduce a una vez por semana. Es crucial no encharcar la tierra y asegurarse de que no se seque completamente.

Luz y Suelo

La Serissa necesita un lugar brillante, pero sin luz solar directa, idealmente cerca de una ventana orientada al este o al oeste. Un exceso de luz puede causar quemaduras en las hojas, mientras que la falta de esta conduce a un crecimiento deficiente. El suelo debe ser ácido, con un pH entre 4.5 y 5.5, y debe incluir una buena capa de drenaje para evitar la acumulación de agua. Una buena mezcla casera puede incluir partes iguales de turba, hojas, humus, césped y arena.

Fertilización

Durante el periodo de crecimiento, desde la primavera hasta el otoño, es recomendable aplicar fertilizantes líquidos una vez al mes. Es preferible utilizar fertilizantes orgánicos y, en el caso de optar por fertilizantes minerales, estos deben diluirse al 50% de la dosis recomendada. La alimentación debe cesar durante el invierno.

Reproducción y Trasplante

La Serissa se reproduce principalmente por esquejes. Se emplean esquejes semiduros de aproximadamente 10 cm con 2-3 nudos, enraizados en un invernadero usando una mezcla de turba y perlita y estimulantes de raíces como heteroauxina. Se recomienda trasplantar cada dos años en marzo o abril, pudiendo recortar las raíces para estimular un crecimiento más ordenado. Después del trasplante, mantener la planta en sombra durante un tiempo ayudará a su recuperación.

Cuidados Especiales de la Serissa

Un aspecto fundamental del cuidado de la Serissa es evitar el aire estancado, por lo que se debe ventilar la habitación regularmente. Las bajas temperaturas invernales ayudan a la formación de frutos. En primavera, es recomendable cortar los brotes débiles y pinzar las puntas de las ramas para fomentar un mejor ramificación. Las ramas laterales secas deben cortarse con tijeras, y la poda de las ramas inferiores ayuda en la formación arborescente.

La Serissa, aunque resistente, puede verse afectada por ácaros, pulgones y cochinillas, además de ser susceptible al encharcamiento que provoca la pudrición de raíces. La caída de hojas puede ser señal de exceso de riego o falta de luz, y las quemaduras en las hojas suelen ser indicativas de una exposición al excesivo sol. Un sustrato pesado también predispone a la planta a problemas con el sistema radicular. A pesar de estos desafíos, con cuidado y atención, la Serissa puede convertirse en una maravillosa adición a cualquier colección de bonsái.

 

Agregar un comentario