La Feijoa, un arbusto originario de América del Sur, es una planta que no solo embellece los espacios exteriores, sino que también ofrece una deliciosa fruta que puede ser disfrutada de mayo hasta el invierno, dependiendo del cultivo. Este miembro de la familia Myrtaceae es ideal tanto para jardineros experimentados como para novatos, gracias a su relativa facilidad de cultivo.
Características Generales de la Feijoa
La Feijoa, conocida también por su forma de arbusto o árbol pequeño, puede crecer hasta superar el metro de altura. Este arbusto perenne es famoso por su tasa de crecimiento promedio y su longevidad, que permite disfrutar de su presencia año tras año.
Cultivo y Cuidados Básicos
El cultivo de la Feijoa se realiza mejor en un ambiente cálido durante el verano, mientras que en invierno puede soportar temperaturas entre 46,4 y 50°F. Aunque no es especialmente exigente en cuanto a la humedad, prefiere un entorno moderado.
Iluminación y Suelo
Para un crecimiento óptimo, coloca tu Feijoa en un lugar soleado, aunque tolera bien la media sombra. Respecto al suelo, la planta prospera en un sustrato universal o uno compuesto por 2 partes de turba, 2 partes de suelo arcilloso y 1 parte de arena gruesa. Un drenaje adecuado es esencial para prevenir el encharcamiento.
Riego y Fertilización
Durante el verano, la Feijoa requiere riegos abundantes. Sin embargo, es importante no excederse para evitar un crecimiento desmedido que puede comprometer la floración. En invierno, se deberá reducir la frecuencia de riego. Desde primavera hasta otoño, se recomienda fertilizar mensualmente para proporcionar los nutrientes necesarios que favorecen su desarrollo.
Reproducción y Trasplante
La Feijoa se reproduce a través de esquejes apicales plantados en suelos a 77°F, o mediante semillas extraídas de su propia fruta. Las semillas deben limpiarse de pulpa y germinar a una temperatura de 69,8°F durante 21-30 días. Es importante no exponer las plántulas a la luz hasta que alcancen los 10 cm de altura.
Los ejemplares jóvenes pueden trasplantarse anualmente hasta los tres años de edad. Para plantas de mayor tamaño, el trasplante debe realizarse cada 2-3 años.
Cuidado Especial y Posibles Dificultades
Durante el verano, llevar la Feijoa al jardín puede resultar muy beneficioso. A partir de ahí, el riesgo de que sea atacada por escamas existe, aunque es ocasional y puede tratarse con productos específicos. En general, la Feijoa no se utiliza como purificador de aire y no tiene toxicidad significativa reportada.
Un aspecto particular a tener en cuenta es que, aunque la Feijoa no es altamente susceptible a enfermedades, deberás estar atento a los síntomas de intrusión de plagas para actuar con rapidez.
Flores y Frutos
La feijoa no solo ofrece la recompensa de su fruta única, rica en vitamina C y yodo, sino que también produce hermosas flores que hacen del arbusto un atractivo tanto visual como funcional en cualquier jardín. Dado su período de floración que se extiende desde mayo hasta el invierno, es un deleite ver y disfrutar.